La manera más amena de enseñar electrónica es, desde mi punto de vista, haciendo montajes electrónicos muy a menudo. Para ello comencé con los alumnos haciendo pequeños montajes como puedes ver en la siguiente entrada . Después creo que un proyecto con algo de más enjundia es conveniente para así tener una cierta continuidad en la metodología. Se nos ocurrió, en ese momento, realizar una aplicación práctica de un circuito temporizador como el siguiente:
En este circuito el LED se mantiene encendido durante un tiempo gracias al condensador que sigue dando una corriente en la base del transistor.
La manera de fabricar el circuito era evidente para el alumnado, debían montarlo tal y como habían aprendido a hacerlo, es decir utilizando puntillas sobre una base de DM o de aglomerado, ellos iban y cogían las resistencias, transistores, cables,... Mientras yo evaluaba el funcionamiento de cada equipo y resolvía las dudas que les surgía. Además ellos debían aplicar el proyecto a una situación más o menos real..., éstas fueron sus ideas:
El interior de la vivienda oculta el circuito electrónico.
Con frecuencia creo que se puede aprender tanto del éxito como del fracaso. El siguiente grupo de trabajo intentó hacer también una alarma pero, tras montar la vivienda y así ocultar el circuito electrónico, el proyecto dejó de funcionar... tuvieron entonces que arrancar de nuevo el tejado, comprobar el fallo y rediseñar el proyecto:
Por supuesto la originalidad también estuvo presente:
Otro proyecto muy original fue la puerta de garaje que, al bajar, activaba el pulsador. Proyecto realizado de forma barata, creativa, cumpliendo bien las especificaciones técnicas,...