martes, 23 de diciembre de 2008

Juego de Ajedrez


Este año imparto la asignatura de Tecnología Aplicada, una optativa de 1º de la ESO. Considerando los objetivos y contenidos de la misma, nuestro departamento ha acordado que estemos todo el curso haciendo proyectos y solicitando memorias individuales de los trabajos realizados en grupos heterogéneos que deben cooperar entre sí. Pensamos que así, el próximo curso estos alumnos y alumnas, al conocer nuestra forma de trabajar pueden aportar al resto de la clase un gran avance.

Ha sido difícil decidirnos por un primer proyecto ya que el alumnado es muy diverso y desconoce bastante la opción que han elegido, incluso a veces tienen ideas muy alejadas de la realidad "La escogí porque mi hermano me dijo que era la que más le gustaba porque allí se contaban chistes". Al final propusimos hacer un juego portátil tipo ajedrez o damas. Éstas han sido sus soluciones:

Cajita con juego de damas.

Este proyecto fue realizado por dos alumnas y dos alumnos que, al principio no paraban de pelearse entre ellos. Al final se ayudaron mutuamente de forma extraordinaria: "no nos cambies de equipo".

El equipo que primero acabó el proyecto.

Evidentemente, este primer proyecto fue muy guiado, pero eso no resta que ellos vayan aportando su originalidad, principalmente en la decoración y elección de colores.


¿Debo decir que en este equipo había un forofo del Barcelona?

Este equipo iba muy retrasado por eso decidieron decorarlo con cartulina.

La caja se fabricó en contrachapado de 3 mm y en las esquinas se pusieron tacos de madera de pino unidos con puntillas. En la lista de herramientas que tuvieron que elaborar aparecían la regla, escuadra, lápiz, segueta, lija, serrucho, tornillo de banco, lima, sargento, martillo y pincel. ¿Verdad que para ser un primer proyecto es muy completito?


Vista interior de una de las cajas con las cuatro esquinas ya clavadas.


No todos los proyectos, ni todos los equipos funcionaron del todo bien , pero atendiendo al elemento motivador que supone acabar bien el proyecto así como a la necesidad de que adquieran confianza y seguridad en la construcción, nos esforzamos todos en presentar un proyecto acabado.

Me equivoqué al hacer este grupo (hubo dos absentistas) y quien lo acabó prefirió hacer una cajita guarda secretos y no un juego.

A este equipo les salió un tablero de 8 x 9 casillas, sirve para jugar un ajedrez muy particular.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

¿Por qué pintan las paredes?

¡Cuántas veces he entrado en los servicios de los alumnos y he visto las pintadas que han escrito! Considero, como dice Miguel Ángel Santos Guerra en su blog El Adarve, que estas pintadas representan un magnífico ejercicio de la libertad de expresión y un instrumento precioso para conocer el clima de un centro. En esta entrada me pregunto a qué se debe este comportamiento, es decir ¿por qué pintan las paredes?

Una pintada en un lavabo.

Evidentemente, al escribir en una pared, uno satisface una necesidad de comunicación. Cuando se dibuja un corazón encerrando dos nombres, posiblemente se haga por el imperioso deseo de mostrar a todo el mundo lo enamorados que están. Igual explicacion merecen las frases del estilo "Juan y Carmen" o "Te quiero Toñi".

En otras ocasiones, las pintadas sirven como válvula de escape, evidenciando un conflicto con el profesor "al de tecno le cabe to", contra la asignatura "odio las mates" o contra algún compañero-a "la Mary es una puta". Uno de mis tutelandos fue pillado in fraganti haciendo una de las pintadas de este tipo, cuando le pregunté que por qué lo hizo me respondió "Si se lo digo a la cara me pone un parte, maestro". Tenía que decirlo evitando la violencia directa que le hubiera perjudicado aún más.

También tenemos pintadas que sirven para reafirmarse como persona, a si mismo, como al firmar en la pared, incluyendo muchos graffitis, o en sociedad: "Pachi, Chungui y Loli" o cuando informa de su inclusión en un grupo "Viva el Betis", "los de 3º A somos los mejores",...

Incluso me atreverÍa a decir que algunas de las pintadas se hacen por aburrimiento, si no a qué viene escribir un número de teléfono falso.

Recordando a Desmond Morris, que en su obra "El mono desnudo" indica:

"Cuando ponemos un nombre en una puerta, o colgamos un cuadro en una pared, lo que hacemos es en términos perrunos o lobunos, levantar la pata y dejar nuestra marca personal. (...) definir de esta manera el territorio de su hogar." (pag. 201-202)

Pienso que quizás sea ése un detalle esencial de las pintadas. Solamente hacen pintadas en las paredes del centro aquellas personas que lo sienten como algo propio, parte de "su territorio", Siendo así, ¿no nos debería preocupar más quienes ni siquiera pintan las paredes?

miércoles, 3 de diciembre de 2008

El palo y la zanahoria

De pequeño escuchaba que para que un burrito tirara de un carro pesado había que utilizar dos estrategias: el palo cuando se ponía testaduro, y la zanahoria cuando iba llevándolo bien. No es más que un principio motivador claro: premio o refuerzo positivo cuando "haces lo que debes" y castigo si no lo haces. Considero que ser estudiante es un trabajo duro y observo que también en la escuela se llega a utilizar "el palo y la zanahoria".



Cuando alguno de mis estudiantes ha hecho algo bien, especialmente cuando era algo que reconozco que le ha costado mucho a ese estudiante en particular, siempre procuro felicitarle tanto privada como públicamente. Muchas veces he alzado la voz y he dicho unas palabras similares a "Quiero deciros que hoy me ha sorprendido muy gratamente Alejandro (o Julia o Jonathan o Saray) porque durante media hora ha estado trabajando y no se ha levantado, por eso le aplaudo y quiero que todos lo sepáis". Una vez que inicio el aplauso, toda la clase se suele sumar, por lo que también es necesario poner algo de orden "Muy bien, ya está; a ver a quién podemos felicitar luego". El poder de la celebración, de la felicitación, del premio, de la zanahoria, creo que está muy infravalorado en educación. Basta ver lo que son capaces de realizar por tener unos positivos que, ni siquiera ellos saben bien cómo influyen en la nota... pero como son positivos, es bueno coleccionarlos.

Por otro lado, también hay momentos donde yo mismo saco el palo. Ante las faltas de respeto, las agresiones (físicas o verbales o de cualquier otro tipo), las actitudes xenófobas,... me pongo muy serio y digo "Señores, sabéis que no consiento falta de respeto bajo ningún concepto." Curiosamente en la mayoría de ocasiones, basta esa frase para que ellos asuman que no deben seguir por ese camino. Otros compañeros-as hablan también del poder y la necesidad de corregir poniendo negativos (que, como los positivos, tampoco se sabe bien cómo afecta a la calificación final) yo particularmente no los pongo con la idea de animar y fomentar la participación. "Maestro yo salgo a la pizarra, pero si está mal no me pones mala nota, ¿verdad?", exigencia que he encontrado que me hacen muchos estudiantes, "No pasa nada; si está mal no te pongo una nota buena, pero tampoco te la pongo mala."

Como nuestro objetivo como educadores no es tanto premiar o castigar sino más bien educar, me pregunto ¿qué estrategia da mayores resultados el palo o la zanahoria?, ¿se deben utilizar ambas estrategias con todo el alumnado? Sin responder bien a esas preguntas, particularmente creo que muchas veces abusamos del uso del palo olvidando que se consigue más con la zanahoria que con el palo. ¿Qué percibís vosotros?

viernes, 14 de noviembre de 2008

Peligros del aburrimiento

Me parece de lo mas curioso la advertencia que el filósofo José Antonio Marina da sobre el aburrimiento en su libro "La inteligencia fracasada":

“El aburrimiento -el deseo de experiencias- bajo su inocua apariencia guarda un potencial destructivo sorprendente.”

Comentando posteriormente que éste puede llevar a la adquisición de adicciones y hasta a subir a una azotea con una escopeta a pegar tiros,... Marina usa esos y otros ejemplos para alertar así de los riesgos que tiene aburrirse.



"Esperando que pase el tiempo" (Creative Commons License)

Eso me lleva a recordar a aquel alumno de 3º ESO que, sin aviso alguno y en medio de la explicación soltaba en voz alta: "Me aburro!" Afortunadamente lo interpreté correctamente como una deferencia que tenía conmigo, me avisaba que estaba aburriéndose y entonces podía pasar... ¡cualquier cosa! Yo siempre le agradecía el aviso y le pedía un poco de paciencia: "Si, es cierto Andrés, esto está siendo un poco aburrido. Verás que acabo en cinco minutos y luego hacemos otra cosa mas divertida". No siempre funciono a la perfección, pero si la mayoría de las veces.

Em otras ocasiones somos nosotros quienes fomentamos el aburrimiento, inconscientemente, no lo dudo, pero acabamos desarrollando el mayor de los tedios. Un compañero de matematicas me dijo de un tutorando que, al no saber la tabla de multiplicar, no podia hacer los ejercicios que mandaba, le bastaba con que el chaval no molestara en clase . Tambien he conocido padres y madres que me han dicho "yo si mi hijo-a no quiere hacer nada, le doy permiso para que no lo haga, pero lo que no le permito es que se convierta en un gamberro". En esos casos siempre recurro a una reflexión en voz alta y les digo: "Mire yo no sé bien usted, pero le aseguro que si a mí me obligan a tragarme una pelicula en chino, yo, siendo ya adulto y equilibrado, nada nervioso, con mis estudios hechos,... yo mismo no aguanto mas de tres minutos sin salir del cine... ¡Y pretendemos que su hijo-a adolescente y formándose como persona vea tranquilamente y sin armarla todos los días una película en chino para él, de seis horas! ¡La verdad, me parece imposible!"

Precisamente creo que debemos acabar con el aburrimiento en nuestras clases, no solo por el aburrimiento en sí mismo, sino por los peligros de éste, por el handicap que supone tener en clase a algún estudiante que puede estallar en cualquier momento. Termino esta entrada con la paradoja de aquel alumno que se alegro mucho cuando una compañera había vuelto de una baja médica de un mes; yo, que ya lo conocía bien por estar de guardia en esa hora le pregunté: "¿por que te alegras tanto si antes eras expulsado muchas veces de su clase?", "maestro, me expulsará pero al menos no me aburro tanto como en clase sin nada que hacer".

sábado, 25 de octubre de 2008

¿Puedo hacerlo?


Recuerdo cuando era un niño que en clase de Educación Física o Gimnasia, como entonces la llamábamos, había una prueba que me horrorizaba. Todos, en fila, debíamos ir corriendo hacia una canasta de baloncesto y saltar para tocar el aro o el tablero. Para quien me conozca sabrá que soy bajito, y así he sido siempre, por eso cuando tocaba esa prueba iba siempre sin ningún interés ni ganas. Sabía que ese día tendría una mala nota. Existía otra prueba que llamábamos el salto vertical. Allí debíamos dar un salto sin coger carrera y se nos medía lo que habíamos saltado. Ése ejercicio sí que me gustaba mucho porque aunque no llegaba tan alto como el resto de mis compañeros-as, sí que saltaba bastante , tenía que elevar menos peso también.

Esta reflexión me ha llevado a recordar una de las teorías de motivación a las que más importancia le he visto al llevarlas a la práctica: la teoría de la atribución de Weiner, desarrollada en 1985 y ampliada en 1987 para introducir el componente emocional. Básicamente se indica en el ERIC (Centro De Información Educativo De los Recursos), tal y como se puede leer:


"Weiner (1985), senalo que las creencias de los estudiantes sobre las razones de sus exitos determinara si esta suposicion es cierta. Las atribuciones que los estudiantes le dan al fracaso, son tambien influencias importantes en la motivacion. (...) Los estudiantes que creen que su bajo desempeñoo es debido a factores que estan fuera de su control, no pueden ver ninguna razon para desear mejorar. En contraste, si los estudiantes atribuyen su desempeño bajo a la falta de una habilidad importante o a habitos de estudio pobres, son mas propensos a persistir en el futuro. Las implicaciones para los profesores giran alrededor de la importancia de comprender lo que los estudiantes creen acerca de las razones de su desempeño academico."

Vamos que yo sabía claramente que saltara lo que saltara nunca iba a lograr tocar el tablero así que, para qué esforzarme tanto. La segunda prueba, no obstante, valoraba mi esfuerzo y por eso mismo me gustaba.

¿No quieren aprobar o no pueden aprobar? Si alguien acumula muchos fracasos deja de intentar aprobar para evitar la desilusión del suspenso.


En mi experiencia como profesor siempre he procurado encontrar la causa de por qué el alumnado se comporta de determinada manera o por qué saca tales calificaciones o hace o deja de hacer determinadas tareas. Frecuentemente he encontrado expresiones como: "soy así", "no puedo evitarlo", "es que me descontrolo/pongo nervioso y no sé bien lo que digo/hago",... y muchas veces incluso entre compañeros-as he oído expresiones similares: "qué le vamos a hacer si es de esa manera", "el/la pobre es que no puede dar más de sí",... Claramente, si nosotros no valoramos y consideramos que los factores que influyen en su mal comportamiento o en su bajo rendimiento no los pueden controlar... ¿cómo les podemos pedir que los cambien?

Obviamente existen factores que no podemos controlar del todo pero, a muchos estudiantes yo siempre les pongo el mismo ejemplo: "No puedo controlar si mañana va a llover o no, tengo que vivir con esa incertidumbre, pero sí depende de mí el que me moje o no, simplemente llevando un paraguas". De esa manera se plantea otro debate, más centrado en solucionar los problemas que existen: "cuando note que me esté poniendo nervioso tengo que poder marcharme de clase/ alejarme de él/ella /...", en acuerdo con el equipo educativo, ese alumno-a logró estar todo el año sin faltar y sin tener partes de disciplina, además se redujo el número de veces que pedía salir ligeramente al final y otros estudiantes con historiales de peleas entre ellos lograron reducirlos significativamente; "si creo que la voy a liar, antes escribiré una carta al tutor explicándole cómo me siento en ese momento", pasado un tiempo y varias cartitas me decía "es curioso pero tras escribir la carta me quedo más tranquilo y al final no la armo"; "sé que tengo que recoger a mi hermano-a a última hora y por eso estoy nervioso-a y acabo expulsado-a siempre... Si pudiera salir cinco minutos antes de que toque no tendría ninguna expulsión más.", el equipo educativo y el equipo directivo y sus propios compañeros de clase estuvieron de acuerdo en que era preferible que perdiera los cinco últimos minutos que la última hora cada día, la alumna no fue expulsada más veces, ni siquiera en otras clases. El cambio actitudinal que a veces han conseguido es muchas veces sorprendente.

Pero también se logra mejorar el interés hacia las tareas de clase cuando ellos se ven competentes para realizarlas, su esfuerzo es valorado y son conscientes de que el éxito depende, en gran medida, de lo que ellos hagan. Mi profesor de Gimnasia utilizaba pruebas que valoraban el resultado obtenido (llegar a la canasta, algo imposible para mí incluso ahora) junto a otras que recompensaban el esfuerzo (haber conseguido saltar muchos centímetros, independiente de los centímetros de que partía). Yo mismo utilizo esa mezcla de pruebas para valorar el logro académico de mis estudiantes. Algún compañero me argumentó que así, bastaba que alguien con mucho interés y esfuerzo lograría titular sin al final haber aprendido, pero yo siempre respondo que, basta con mezclar las dos tipos de valoraciones de forma conveniente para evitar incoherencias. Hablando con mis estudiantes siempre les he expresado que, si no se les da bien el cálculo de la ley de Ohm, o los exámenes o lo que sea; deben compensar esa calificación con el cuaderno, las actividades voluntarias, el trabajo del taller,... De forma similar, una compañera me dijo que todos sus estudiantes sabían que sacando un mínimo de un tres en sus exámenes entonces les valoraban las actividades del cuaderno y hacía media, pero éste era voluntario. Con ello conseguía que muchos de sus alumnos-as se preocuparan por entregarles unos cuadernos preciosos que ella iba guardando y no tenía que corregir examenes completamente sin responder.

En definitiva de este tema habría mucho que hablar pero, ciertamente nadie puede negar que la motivación de nuestros estudiantes es algo esencial para poder desarrollar nuestro trabajo. Por ello a la pregunta ¿cómo puedo motivar a mis estudiantes? debemos encontrar todas las respuestas que podamos. Sirva esta entrada como una reflexión para encontrar esas respuestas tan necesarias.

martes, 14 de octubre de 2008

Finalidad de la Educación

Cada vez que leo la siguiente carta me vuelvo a estremecer:


Querido Profesor:

Soy un sobreviviente de un campo de concentración.
Mis ojos vieron lo que ningún ser humano debería testimoniar:
Cámaras de gas construidas por ingenieros ilustres,
Niños envenenados por médicos altamente especializados.
Recién nacidos asesinados por enfermeras diplomadas,
Mujeres y bebés quemados por gente formada en escuelas, liceos y universidades.
Por eso querido profesor, dudo de la educación, y le formulo un pedido:
Ayude a sus estudiantes a volverse humanos.
Su esfuerzo, profesor, nunca debe producir monstruos
eruditos y cultos, sicópatas y Eichmans educados.
Leer y escribir son importantes solamente si están al
servicio de hacer a nuestros jóvenes seres más humanos.

A. Novinsky - Uruguay



Por favor, que aprendamos de los errores del pasado y no volvamos a preocuparnos solamente de lo que saben nuestros estudiantes. Son seres humanos y nuestra escuela debe tratarlos como tales para que no se deshumanicen.

Acuérdate de esta carta cuando aquel estudiante sea expulsado de clase por tener sueño (a lo mejor la noche anterior no pudo dormir por la carrera de motos que había debajo de su casa y que a él le hubiera gustado ir) o esa alumna que salió sin permiso al baño (quizás fuera verdad después de todo que teníe ese día la regla). Acuérdate también de esa persona de la clase que siempre está feliz y riéndose, aúnque le queden todas pendientes. Acuérdate de todos ellos y veamos si no es posible, si no que aprendan más de lo que saben (o decimos que deben saber), que al menos sean mejores personas. Más humanas.

Pero no olvides tampoco a aquellos que desprecian al resto de sus compañeros. Aquella niña que, afortunadamente, no tuvo que atender a su hermano pequeño y por eso pudo traer los deberes bien hechos. La misma niña que oculta sus soluciones al resto de la clase. Recuerda a ese chaval que comentaba que él debía salir siempre a la pizarra para no perder más el tiempo ya que él lo tenía siempre bien hecho... y revisado por el profesor particular que sus padres le podían pagar. También a ellos hay que humanizarlos más.

Por favor hagamos una escuela que, al menos, sirva para criar a personas.

viernes, 3 de octubre de 2008

El poder de reír


El otro día, paseando por la tarde, observé a un grupo de chavales riéndose a mandíbula batiente... "¡qué alegría innata tienen!" Entonces recordé que esa misma mañana yo mismo me había reído bastante en clase junto a alumnos de la misma edad.



Tras entrar en clase y escribir la fecha en la pizarra, escuché a los alumnos decir: "Fijaos, el maestro no sabe ni cuándo vive". Aunque me volví rápido, no vi a nadie; y como dudaba de haber puesto la fecha correcta borré el día dos y puse un tres diciendo "Bueno si me he equivocado, se corrige y ya está". Acto seguido la carcajada de toda la clase fue descomunal. Incluso uno de ellos soltó "no le digáis nada" mientras el resto siguió riendo. "Bueno, contadme el chiste", respondí yo mirando la fecha y calculando mentalmente que había puesto la fecha bien la primera vez, por lo que volví a cambiarla. Sin enfadarme, noté que había escrito el año pasado así que, señalándolo me volví hacia la clase y... me reí con ellos, mientras comentaba, "la verdad es que acabará el año y seguiré equivocándome".

Fue después por la tarde, cuando vi a aquel grupo riéndose "sanamente" (como si reírse en sí no fuera bueno) cuando recordé que aquella clase -última hora del viernes con un curso de 2º de ESO donde todos habían repetido al menos una vez- salió bastante bien. De hecho aquel alumno que pidió que no me dijeran donde me había equivocado copió y hasta participó en clase haciendo preguntas. Todavía hoy me sorprendo del poder que tiene reír, y me preguntó ¿por qué los adultos reímos tan poco en comparación con los niños? ¿Acaso para nosotros, adultos, es menos saludable?

He conocido profesores que no he visto reírse en el instituto nunca, aún cuando fuera del mismo sí podía reírse. ¿Qué imagen pueden tener de él sus estudiantes? ¿Es positivo para la enseñanza que uno no se ría? Y me atrevo a pensar más, ¿es bueno para uno no reírse en su sitio de trabajo?

No sé bien responder a esas cuestiones pero sí sé que, a mí, me sirvió de mucho reírme con mi alumnado tranquilamente, y ellos estuvieron más dispuestos a copiar de la pizarra aquel viernes a última hora. Para mí el humor es una manera de mantener una buena relación con los demás, lograr un clima de confianza y una participación positiva de todos. Por eso recuerdo a veces citas relacionadas como la de Nicholas Chamfort, "El día peor empleado es aquél en que no se ha reído" o el viejo consejo chino que dice que para estar sano hay que reír treinta veces al día (¡menos mal que es barato!); hasta hay quien asegura que tres minutos de risa equivalen a diez minutos de ejercicio... Creo sinceramente que el sentido del humor es totalmente necesario en nuestro trabajo como educadores y desde hace muchos años procuro entrar siempre a trabajar alegre y dispuesto, además de a enseñar, y aprender, a reírme.

domingo, 28 de septiembre de 2008

Educación y Ciencia


Recuerdo hoy la historia de cómo Pasteur encontró su famoso metodo para eliminar los gérmenes conocido como pasteurización. Básicamente a Pasteur en 1855, con poco más de treinta años, se le acercó M. Bigo, un fabricante de vinos del norte de Francia quien sufría repetidos fracasos puesto que su vino se agriaba fácilmente. Pasteur accedió a investigar el caso: primero analizó químicamente el contenido del vino agrio encontrando que tenía ácido láctico en vez de alcohol, ello le llevó a razonar que existían dos tipos de fermentaciones dados por bacterias y por levaduras. Luego encontró que, calentando el vino -algo rechazado para la época- y enfriándolo rápidamente podía matar a los microorganismos y esterilizar el producto. Este método se conoce como pasteurización y es, básicamente el mismo, que hoy día se aplica a la leche "pasteurizada."


Louis Pasteur en 1880

Este ejemplo me ha llevado a pensar... ¿por qué en educación no se actúa de forma similar? ¿Por qué ese rechazo a tratar los problemas educativos de forma no científica?

Intentando establecer un paralelismo podemos imaginar que unos docentes en un centro determinado pueden tener algún problema... falta de motivación en su alumnado, poco aprendizaje de sus estudiantes, alto absentismo,... ¡Creo que no es mucho suponer!

Luego alguno puede que conozca a alguien en la Universidad o le gustó su conferencia y recuerde lo que habló acerca del problema, cómo abordarlo,... o quizás otro ha leído algunas acciones que mejoran el problema en otro centro, incluso puede que haya algún docente que pueda mencionar un libro que leyó alguna vez o un autor... Lo reconozco, ya es más imaginación...

Incluso puede que, tras alguna conversación casual, se atrevan a diseñar algún instrumento para recoger datos del problema y a poner en práctica alguna sugerencia que se les ha ocurrido... ¡Lo sé, lo sé; esto ya no es realidad!

Por último, puestos a imaginar, podemos suponer que estos docentes analizan su experiencia y la hacen pública; aunque solamente sirva para que otros centros similares puedan llevarla a cabo... ¡Esto ya es fantasía!

Pero puestos a soñar... ¿por qué no pensar que eso es posible? Que podemos aplicar en educación un método científico que nos asegure que vamos mejorando cada día como docentes del centro, que vamos resolviendo los problemas que encontramos o, al menos, intentamos resolverlos con lo que tenemos,...

sábado, 14 de junio de 2008

Juego de aciertos

A lo largo de los años he realizado multitud de proyectos de juegos eléctricos de preguntas y respuestas. Prácticamente al menos uno cada año. Con frecuencia pienso que este proyecto, si bien demasiado simple para mi gusto, sí puede servir para introducir la electricidad y, además, para trabajar la interrelación con otras áreas.

Presento aquí los proyectos que un grupo bastante desmotivado (y que casi desapareció a lo largo del curso) de 2º de ESO realizó en equipos de tres y cuatro. Las exigencias que les puse fueron que debían conectarse al menos cuatro preguntas con respuestas, que debía ser barato (se utilizó en todos los casos cartón de cajas junto a encuadernadores y un diodo LED) y tenían que presentar una mini memoria con un despiece, circuito eléctrico y explicación del tema elegido, en consenso por parte de ellos. Éstas fueron sus propuestas:


Tuvieron que utilizar su libro de Ciencias Sociales para recordar los planetas del Sistema Solar.

Dentro de la clase había dos alumnos chinos, uno de ellos había llegado a mediados del curso y no sabía nada de castellano así que los junté en el mismo equipo durante un tiempo, mientras encontraba la posibilidad de incluirlo en un equipo que pudiera ayudarle. Considero beneficioso que los equipos se hagan lo más heterogéneos posibles (en niveles, género, procedencia, nacionalidad,...) para que todos tengan el privilegio de la diversidad. Ese equipo decidió casar las frutas con su grafía en chino:

Estuvimos bastante tiempo viendo cómo se escribía cada fruta pero la verdad es que no se nos quedó.

Aunque les pregunté por qué habían puesto el encuadernador en medio de la palabra, no me lo supieron explicar.

Al dejarles a ellos elegir el tema se introduce así un conflicto en el equipo. Creo que es conveniente, en su formación, que aprendan a ir resolviendo sus conflictos y busquen soluciones de consenso. Además el que ellos tomen decisiones en su trabajo aumenta su motivación.

Este equipo, algo gore, quiso encender dos diodos LEDs como los ojos de una calavera.

Aunque a mí me parece un proyecto muy simple, éste fue el más valorado por la clase entera.

lunes, 19 de mayo de 2008

Temporizador

La manera más amena de enseñar electrónica es, desde mi punto de vista, haciendo montajes electrónicos muy a menudo. Para ello comencé con los alumnos haciendo pequeños montajes como puedes ver en la siguiente entrada . Después creo que un proyecto con algo de más enjundia es conveniente para así tener una cierta continuidad en la metodología. Se nos ocurrió, en ese momento, realizar una aplicación práctica de un circuito temporizador como el siguiente:

Circuito temporizador

En este circuito el LED se mantiene encendido durante un tiempo gracias al condensador que sigue dando una corriente en la base del transistor.

La manera de fabricar el circuito era evidente para el alumnado, debían montarlo tal y como habían aprendido a hacerlo, es decir utilizando puntillas sobre una base de DM o de aglomerado, ellos iban y cogían las resistencias, transistores, cables,... Mientras yo evaluaba el funcionamiento de cada equipo y resolvía las dudas que les surgía. Además ellos debían aplicar el proyecto a una situación más o menos real..., éstas fueron sus ideas:


Montaje del circuito del cual sacaron cables para el LED y un zumbador que pusieron en paralelo, además de los cables del pulsador.

Por dentro simularon un garaje. Al entrar un supuesto vehículo, éste se iluminaría durante un tiempo y además sonaría el zumbador avisando de la entrada a la vivienda.


El circuito electrónico; con este sistema ellos deben asegurarse de que exista un buen contacto con cada puntilla.


Detalle del circuito electrónico. El transistor se les dio con los tres cables ya soldados, pero ellos debieron averiguar qué patita correspondía con la base, el colector y el transistor.
Varios grupos se decantaron por aplicarlo a una alarma en una vivienda. Aquí les presentamos dos de ellos:

¡¡Qué me dicen de la decoración!!

El interior de la vivienda oculta el circuito electrónico.

En ambos casas, al abrir la puerta se activaba el pulsador.

Con frecuencia creo que se puede aprender tanto del éxito como del fracaso. El siguiente grupo de trabajo intentó hacer también una alarma pero, tras montar la vivienda y así ocultar el circuito electrónico, el proyecto dejó de funcionar... tuvieron entonces que arrancar de nuevo el tejado, comprobar el fallo y rediseñar el proyecto:

El error se encontraba en el pulsador al cerrar la puerta, ellas (eran tres niñas) decidieron cambiarlo y hacer un timbre.

Por supuesto la originalidad también estuvo presente:

En un bloque de pisos hicieron un pequeño ascensor.
Cuando el ascensor llegaba a la primera planta, los papeles de aluminio cerraban el pulsador activando el LED.

El circuito electrónico.

Otro proyecto muy original fue la puerta de garaje que, al bajar, activaba el pulsador. Proyecto realizado de forma barata, creativa, cumpliendo bien las especificaciones técnicas,...

Proyecto al que le faltó algo de decoración, pero que me asombró gratamente.

Fijaros bien la forma de conseguir que se pongan en contacto... ¡Magnífica!

jueves, 24 de abril de 2008

Juego de Pulso

Con frecuencia me he preguntado por el proyecto más facilito para comenzar a trabajar el tema de la electricidad. Típicamente los profesores de tecnología hemos escogido fabricar un jueguecito de preguntas y respuestas. En el I.E.S. Castillo de Cote se me ocurrió proponerles también que realizaran un juego de pulso. ¡A ellos les encantó!


Este grupo fue el único que tuvieron tiempo de decorar su proyecto.

Además de considerarlo un proyecto muy adecuado, su simplicidad lo hace idóneo como primer proyectito de electricidad.


Ellos retuercen el alambre como quieren, y no imagináis lo retorcidos que peuden llegar a ser.

El proyecto se complementa con una memoria muy adecuada con un despiece donde se indican los diferentes materiales de cada pieza (escuadras de acero, listones de pino, ficha de empalme de polietileno,...) junto a un circuito eléctrico con la simbología adecuada, la lista de herramientas, un presupuesto,...

Tanto que a muchos grupos no les da tiempo de decorar su proyecto:

El equipo de construcción se trajo una pila y estuvieron bastante tiempo jugando en vez de decorarlo... les gustó el proyecto.

Además de considerarlo un proyecto muy adecuado, su simplicidad lo hace idóneo como primer proyectito de electricidad.

Algunos grupos aprenden que deben medir antes el cable para que el proyecto les funcione bien.

El mayor problema que he tenido con estos proyectos ha sido que cuando otros cursos mayores lo han visto, han preferido dejar de lado el suyo y hacer uno similar...

Casi todo el instituto jugó con este proyecto al estar éste guardado fuera de la caja y visible para todos los que entraban en el taller.

jueves, 17 de abril de 2008

Balancín

Este proyecto es una variante del tantas veces realizado por mí como extractora de petróleo. Fue realizado durante el curso 2007-2008 en tercero de la ESO para acabarlo en solo tres semanitas y casi se consigue. La idea era acostumbrar a nuestro alumnado a redactar memorias cada vez más completas, una vez que ya estaban "enganchados" con la construcción.

Para ver el proyecto original pulsa en la extractora de petróleo.

La principal novedad que se le añadió al proyecto fue que la decoración debía tener relación con el movimiento de baibén del balancín... ¡La verdad es que lograron sorprenderme!



Pasos previos de montaje.


No me negaréis que no quedó bien, ¿verdad?

Como ejemplos de decoración, yo insistí en que usaran su imaginación. No obstante, yo les sugerí que quizás la luna saliendo de un lago fuera bonita... en sus manos esa idea se tradujo en:


¡ Hasta las estrellas pintaron!

Con mucha diferencia, el proyecto que más me gustó a mí fue el caballito trotando por el campo:

Galopaba de forma impresionante.


Vista trasera del mecanismo.


Prometo que algún día dejaré vídeos para que apreciéis su movimiento.

Este grupo estaba formado por dos alumnas y un alumno que sumaban entre los tres más de 16 suspensos en el primer trimestre, sin embargo fijaros cómo se esforzaron a la hora de construir el proyecyto... además los tres me entragaron una memoria de construcción que, si bien no era perfecta, si estaba bastante bien. Para que luego no digan que no s epuede enganchar al alumnado.

La rana parecía saltar para comerse la mosca que había en el pilar.

Este otro equipo trabajó muy bien la decoración pero no así el funcionamiento y cuando lo tuvieron que probar en clase ante sus compañeros-as no funcionó bien.

Su decoración consistía en un cuchillo que subía y bajaba... ¡muy gótico!

domingo, 13 de abril de 2008

Electrificación de la vivienda

Este proyectito es otro gran clásico que lo he realizado al menos cuatro veces. La verdad es que solamente en dos ocasiones estuve totalmente satisfecho con el proyecto, por lo que no le tengo mucho aprecio. Se trata de que, dado un solar de 9 m x 12 m, debe primero dibujar una vivienda en un plano A4 a escala E 1:90, con al menos cuatro tipo diferente de habitaciones (dormitorio, salón, baño y cocina) y muros interiores de 45 cm de espesor por donde se indicará la instalación eléctrica para encender cada habitación.

Lo he utilizado en diversos niveles: durante primer ciclo, para afianzar la escala, y es cuando mejores resultados me ha dado; y en segundo ciclo para complementar las instalaciones, interesante a la hora de hacer mandos conmutados en pasillos, modelo de cuadros eléctricos de la vivienda,... El mayor problema que encuentro es que ellos realizan planos de viviendas muy complicados, prácticamente difíciles de construir luego, y da lugar a discusiones "tontas" entre ellos por lo que no se produce una buena cooperación en el grupo,... Creo que es un proyecto válido pero que hay que "currárselo" más para que realmente sea efectivo.

El ejemplo que se presenta fue realizado por alumnos de 4º de ESO, al fabricarlo a escala E 1:30 o E 1:60 les debe caber en un A3:


Ellos ya habían estudiado el cuadro eléctrico de una vivienda y lo aplicaron convenientemente.

En este proyecto, yo siempre les doy una propuesta a realizar, que ellos cambian de forma radical, donde distribuyo la instalación eléctrica a partir de una línea central. Este grupo tomó mi idea añadiendo más habitaciones:


Yo solamente les pido cuatro habitaciones pero ellos no pueden resistirse a hacer un pequeño palacete.

Además me interesa que los interruptores los fabriquen ellos, para que practiquen la reutilización de materiales, el reciclado,...

También he utilizado diodos LEDs en vez de bombillas algunas veces, principalmente para abaratar el proyecto.


Los interruptores se hacen con chinchetas y clips metálicos sobre una lámina de corcho, o con encuadernadores sobre panel y hasta con puntillas los he llegado a fabricar.


Ellos deben pintar un mobiliario mínimo en cada habitación. Intento con frecuencia que la decoración de los proyectos sirva para que los diferentes equipos de trabajo vayan acabando el proyecto al mismo tiempo, sin embargo no siempre se consigue.


A este grupo no le dio tiempo a ponerle electricidad en todas las habitaciones.