domingo, 27 de noviembre de 2011

Gracias Sr. Damon

Un buen amigo me comentó en cierta ocasión que mi trabajo es de los más importantes que existían. Viniendo de quien venía, un gran profesional que gana muchísimo dinero, me sorprendió gratamente la idea que tenía de nuestro trabajo. Yo, particularmente ya tenía esa idea en mente y le hablé de una entrada de mi blog. Pero creo que es bueno saber que muchísima gente piensa exactamente igual. Y les pido a ellos-as, desde aquí, le pido a mi buen amigo, que hable de la importancia de ser maestro. Algo que a veces nosotros olvidamos.

En una entrevista a Mat Damon, cuya madre Nancy Carlsson-Paige es maestra de Infantil, decía:

“I don’t know where I would be today if my teachers’ job security was based on how I performed on some standardized test.’’ ["No sé dónde estaría hoy si el trabajo de mis profesores se hubiera basado en cómo yo rindo en cuestionarios estandarizados"]

Y más adelante acababa diciendo:

“This has been a horrible decade for teachers. I can’t imagine how demoralized you must feel. But I came here today to deliver an important message to you: As I get older, I appreciate more and more the teachers that I had growing up. And I’m not alone. There are millions of people just like me. . . . We love you, we thank you, and we will always have your back." [Ésta ha sido una década horrible para los profesores. No puedo imaginarme cuán desmoralizados debéis sentiros. Pero yo vine aquí hoy para daros un mensaje importante: según me voy haciendo más viejo, cada vez aprecio más a los profesores que tuve cuando crecía. Y no estoy solo. Hay millones de personas como yo... Os queremos, os damos las gracias y siempre os apoyaremos"]

Ante estas palabras solamente me queda dar las gracias, es justamente lo que pido a todos los que piensen así. Que lo digan alto, claro y fuerte. Personalmente lo necesito de vez en cuando. Como dicen en otro blog, es bueno que recordemos que "Tu influencia puede afectar muy positivamente a toda una generación."

Para acabar me gustaría compartir este vídeo que intenta explicar qué significa ser profesor hoy día.

.




domingo, 6 de noviembre de 2011

Imagen profesional

El otro día cuando salía de mi centro, un grupo de unos ocho alumnos y alumnas estaban jugando entre ellos, chillándose entre sí y bromeando, dándose pequeños empujones entre ellos,... algo muy común que hasta yo recuerdo que hacía teniendo esa edad, justo antes de separarnos cada uno para ir a comer a su casa. La importancia del trato entre iguales en la adolescencia.

Pero cuando se separaron una pareja de ellos siguió por mi mismo camino y uno de ellos cogió uno de esos largos tubos de cartón vacíos de un contenedor y blandiéndolo como si fuera un mandoble lo estrelló primero contra una papelera y luego contra un árbol. Yo le recriminé su actitud -ni le conozco del centro al no darle clase, ni él me conoce a mí; pero siempre he pensado que uno es maestro no solo de los estudiantes de su tutoría sino de todos los del colegio, por eso hablé con él desde el respeto. "Chiquillo no hagas eso, puedes hacerte daño a ti o a alguien y la papelera no te ha hecho nada". Me miró y por respuesta volvió a darle al árbol de manera que se rompió en dos con grandes carcajadas de la pareja de alumnos que se marcharon alegres por el éxito del golpe.

Entonces, esperando la luz verde del semáforo, una señora a mi lado indicó: "Eso es lo que aprenden en la escuela". No podéis ni imaginar cómo me sentó, y como creo que de todo se puede hablar le repliqué: "No, señora. Eso no la ha aprendido en la escuela. La escuela está para otra cosa". El semáforo se puso verde y la señora se alejó murmurando entre dientes, "su madre no podrá con ése y encima en la escuela no le enseñan educación". Cuando se fue de mi lado me quedé pensando en la mala fama de la escuela y de sus profesionales (así me siento yo). ¿Por qué? ¿Cómo cambiarla?



He leído algunas propuestas curiosas que pretenden mejorar nuestra imagen en la sociedad:

  • (...) elegir a sus profesores entre los mejores egresados de la enseñanza media. Siguiendo el Modelo finlandés, como se propone en Chile entre otros sitios.
  • Spots publicitarios para atraer a jóvenes hacia el trabajo del profesor.
  • Mejorar la Formación Inicial del profesor, acceso más selectivo y largo, como los médicos, tipo MIR,...
  • Mayor control hacia el trabajo docente que valore a aquellos-as que lo hagan mejor , identifique buenas prácticas,... y menor corporativismo entre docentes. Como ya se hace en muchísimas Universidades como la Interamericana de Puerto Rico.
  • Apostar por una formación continua de calidad.
  • Cobrar según objetivos específicos, como los contratos programas del MEC o el plan de calidad y mejora en Andalucía,...
  • ...etc.

Como señalan diversos autores como Patrice Ranjard (1984) en Francia y Martin Cole (1985, 1989) en Inglaterra, la valoración negativa del profesor como chivo expiatorio y responsable universal de todos los males del sistema es uno de los signos de nuestro tiempo. Para mí, la manera más eficiente que encuentro para que se me valore de manera positiva en mi trabajo responde a trabajar al servicio de mi alumnado y sus familias.

Mientras andaba hacia mi casa, reflexionando sobre la actitud de la señora, recordé aquél libro que aún hoy día tiene gran vigencia. Me refiero a la obra publicada en mayo de 1967 bajo el titulo “Lettera a una profesora”, cuyos autores son ocho chicos, muchachos del pueblo, alumnos de la escuela de Barbiana dirigidos por el párroco Lorenzo Milani. Básicamente es una denuncia del fracaso escolar y en él se pueden leer ideas como:

"Las escuelas tiene un solo problema: los chicos que pierden."

"También hemos visto nosotros que con ellos la escuela es más difícil. A veces uno está tentado de librarse de ellos. Pero si se pierden, la escuela ya no es escuela. Es un hospital que sana al que está sano y desecha al enfermo. Se convierte en un instrumento que crea diferencias que ya no tienen remedio."

"[la educación obligatoria] es un mínimo de cultura común a la que todos tenemos derecho."

"Quien no se escandaliza por los suspensos y por los repetidores y no protesta por ello es deshonesto
."

Para mí ser buen profesor, como ser buen médico, es lograr salvar más estudiantes. en eso consiste mejorar nuestra imagen profesional. ¿Tú, cuántos estudiantes salvas?

Éste, como cada curso escolar, tras hacer las evaluaciones iniciales siempre anoto aquellos alumnos-as que los profesores opinamos que tienen difícil pasar de curso por diversas razones: "éste ha empezado el curso pensando que este año será como el anterior", "claro, si ya pasó por imperativo legal el curso pasado, este año será peor", "con los problemas que tiene ésta en su casa, bastará que no deje de asistir a mitad de curso", "No preocuparos que en cuanto se le eche una semana fuera, éste ya deja de venir,... y mejor que no venga", "aprobó el curso pasado por los pelos y por el curso donde estaba, este año repetirá",... son frases, sentencias que a mi juicio me sirven para ver qué personas debo intentar "salvar" para la escuela. Al final del curso siempre vuelvo sobre las anotaciones y cuento cuántos hemos podido salvar, cuántos de esos chicos y chicas han aprobado y pasan de curso y cuántos han quedado en el camino.

Éste es un reto en verdad apasionante porque me ha ayudado a lo largo de los años a aprender qué puedo hacer con ese alumno desmotivado, cómo resolver algunos casos de absentismo, cómo trabajar con alumnado diverso, con diagnóstico o con un gran retraso curricular,... ¿Has contado ya cuántos de tus estudiantes podrías salvar? ¿Aceptas el reto?

martes, 1 de noviembre de 2011

¿Qué debe saber un buen docente?

Hace poco tiempo, una compañera me preguntó ¿cómo sabía ella si era buena docente? Si lo estaba haciendo bien ahora. Este hecho me llevó a pensar en las Competencias de un Docente,,competencias entendidas como la capacidad para amoldarse a distintos contextos y situaciones resolviendo problemas cotidianos.


No me considero un buen docente pero sí alguien que le gustaría serlo, por eso esa pregunta me hizo reflexionar acerca de qué docentes me gustaron tener a mí y en qué docente me gustaría convertirme. Aquí comparto algunas de las conclusiones:

1.- Es muy poco importante el dominio de la materia o asignatura: a lo largo de mi vida profesional he tenido que enseñar Alternativa a la Religión, Matemáticas, Ciencias Naturales, Plástica, Física, Química, Biología y Geología (de un tercero de la ESO) y Física y química (de otro 3º de la ESO), Informática, TIC,... incluso las de mi especialidad: Electrotecnia, Tecnologías, Tecnología Aplicada, Tecnología Industrial I y II, Módulo 0 del PCPI o Preparación para la prueba de acceso a ciclo formativo de Grado Superior (modalidad B y C). Os puedo asegurar de lejos que no domino tantas materias, incluso me ofrecieron el dar francés, que ya sí rechazé en su momento: En ninguno de esos casos he obtenido unos resultados bajos o he sido valorado negativamente. Por eso pienso que un buen profesor conoce al menos algo de su materia aunque es más importante ponerle ganas por aprenderla bien (con sus fundamentos y su hermenéutica) junto a su alumnado que dominarla de cabo a rabo. Mi mejor profesor del Instituto fue José Manuel ("el individuo") que me enseñó Física y desde el principio nos decía que él realmente era químico y de física sabía mucho menos; puedo decir que con el paso del tiempo fue quien mejor enseñaba esa materia aunque no la dominara tanto.

2.- El entusiasmo, la ilusión y las ganas que tiene de enseñar me parecen sumamente más importantes que el mero dominio de su materia. Éstas se transmiten, aún cuando no abramos la boca (ya sabéis, "es imposible no comunicar") y son el inicio de la motivación del alumnado. ¿Por qué algunos estudiantes van tan bien en algunas materias y con determinados profesores? ¿Por qué se motivan más con ellos? Si la motivación solamente viniera de fuera, entonces nada podríamos hacer pero no parece que sea así el caso.

3.- Un buen docente conoce a su alumnado, habla con ellos, no simplemente de su materia; sabe qué músicas les gusta, cuántos hermanos-as tiene, cómo es su familia, qué hizo el pasado fin de semana,... y no por leerlo en un informe o por decírselo la Orientadora o el Orientador, la tutora o el tutor,... sino porque el mismo estudiante se lo ha dicho cuando, ya se ha ganado la confianza necesaria. Un buen docente se preocupa de formar personas integrales y para ello las debe conocer (como antes he dicho, "para enseñar latín a John, tan importante es conocer a John como saber latín).

4.- Un buen docente gestiona bien el aula, con sus variados momentos y la diversidad de alumnado al que atiende. No creo posible ser un buen maestro aquél que es capaz de enseñar Matemáticas a Einstein, pero fracasa cuando se la explica a un hiperactivo, y a un TGD, y a un alumno-a con padres encarcelados, y a un estudiante que tiene un nivel muy inferior al que debiera,... ¡¡caramba, pero si Einstein aprobaría matemáticas con cualquier profesor!! Como me dijeron en cierta ocasión, "hay alumnos que aprenden a pesar del profesor."

5.- Por último y para mí esencial, ya desde niño consideraba que un profesor subía muchísimos escalones cuando era consciente de sus limitaciones, veo muy necesario que un docente sepa aprender cada vez más tras su práctica. Al aprobar las oposiciones y ser profesor-a, al tener un puesto fijo, en ese momento es cuando se empieza a aprender a SER MAESTRO, no como he oído en más de una ocasión: "Yo ya he estudiado todo lo que tenía que aprender, ahora me toca vivir". Cada curso me planteo un nuevo reto, cuando tengo en mi clase alumnos-as complicadas los veo como posibilidades de aprender a ser mejor docente, cuando encuentro dificultades que soportar (por ejemplo tener un taller hecho un desastre) veo más las opciones que me ofrece (lo puedo poner más a mi gusto) y aprender de ello (¿cómo es mi taller ideal en este espacio/con estas condiciones/con estos compañeros-as/...?)

A día de hoy soy un docente que deja que sean mis estudiantes en grupos quienes decidan el proyecto a realizar (no podéis imaginar lo que me han obligado a esforzarme y lo bonito que es tener en una clase cinco soluciones diferentes a un mismo problema a construir), al tenerlos mucho tiempo en Grupos Cooperativos heterogéneos logro encontrar momentos de observación donde puedo aprender mejor cómo son, cuáles son sus fortalezas y debilidades,... Me gustan los recreos porque puedo hablar con algunos de ellos-as de manera más tranquila, conocerlos y saber qué música escuchan hoy día, qué valores viven,... Pero sobretodo soy un docente que quiere ser mejor profesor, tener un 100% de aprobados en clase siempre y formar a personas preparadas para la vida futura,... y soy consciente de que para eso aún tengo mucho que aprender.

¿Qué es para ti un buen docente?