domingo, 1 de febrero de 2009

Hablar en clase


Acabo de leer este artículo publicado en El País el 4 de octubre de 2000 donde Jorge Wagensberg hace varios comentarios de lo más interesantes.

Básicamente indica que nuestra mayor diferencia con los animales se da por nuestra capacidad de pensar y hablar. "La conversación fue y la conversación fue buena.(...) El habla afinó la mente y la mente sofisticó el habla. Comenzaba así la era del conocimiento abstracto, la era de la mente parlante."

Luego reflexiona acerca de las virtudes y defectos de la comunicación. Especialmente interesante me parecen sus palabras: "La mente conversa con una realidad: es la experimentación. Pensar y experimentar, dos formas de conversar. La ciencia es conversación." Ciertamente creo que mucho de la ciencia es comunicación, luego no dejo de estar de acuerdo con lo expresado.

Por otro lado aún más acertadas me parecen sus frases acerca del aprendizaje: "
Comprender y aprender quizá sean, en último término, actividades rigurosamente individuales. Pero siempre ocurren en el extremo de alguna forma de conversación. " Precisamente, en mis clases procuro que haya algunos momentos de comunicación; y no me refiero a que puedan hablar conmigo sino muy especialmente entre ellos mismos. Obviamente busco que ellos hablen de los temas que a mí me interesan; pero procuro no impedir que haya conversación. En otra entrada ya comentaré acerca de las estructuras de S. Kagan.

Por último acaba con una frase demoledora:

"Conversar es quizá el mejor entrenamiento que puede tener un ser humano para ser un ser humano… No recuerdo haber conversado mucho durante los veinte años que he pasado en las aulas."

¡Qué realidad más aplastante! Éstas son las ideas que llevan a plantearse la enseñanza de otra manera.

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