Como cada año, al inicio del curso debemos planificar qué vamos a realizar durante todo el curso con nuestros estudiantes. Este proceso, que queda recogido en la programación del departamento, debería servir para mejorar nuestro trabajo, pero, ¿realmente sirve para esto?
En múltiples ocasiones y en diferentes departamentos, he visto la programación de cada curso exactamente igual a la del curso pasado. También me ha parecido gracioso ver unas programaciones perfectamente hechas que, al profesor que la pide, se le dice claramente que solamente da tiempo a dar los cinco primeros temas, que el resto está ahí puesto o si alguna vez efectivamente da tiempo.
Desde hace ya algún tiempo vengo pensando que el momento idóneo para hacer la programación no es precisamente al inicio del curso sino más bien tras la reflexión, análisis y evaluación que, en general, todos los docentes hacemos al finalizar el curso escolar. Se aprovecha así todo el conocimiento, a vece implícito y no muy consciente, que vamos generando a lo largo de todo un curso académico para poder pensar mejor qué hacer con nuestro alumnado el siguiente curso.
En múltiples ocasiones y en diferentes departamentos, he visto la programación de cada curso exactamente igual a la del curso pasado. También me ha parecido gracioso ver unas programaciones perfectamente hechas que, al profesor que la pide, se le dice claramente que solamente da tiempo a dar los cinco primeros temas, que el resto está ahí puesto o si alguna vez efectivamente da tiempo.
Desde hace ya algún tiempo vengo pensando que el momento idóneo para hacer la programación no es precisamente al inicio del curso sino más bien tras la reflexión, análisis y evaluación que, en general, todos los docentes hacemos al finalizar el curso escolar. Se aprovecha así todo el conocimiento, a vece implícito y no muy consciente, que vamos generando a lo largo de todo un curso académico para poder pensar mejor qué hacer con nuestro alumnado el siguiente curso.
Se trata de probar nuevas y buenas experiencias no de repetir cada curso lo mismo aún sabiendo de la falacia de esa programación. Me gusta bastante una cita de A. Einstein que dice:
"Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo".
Por eso mismo, porque creo positivamente que puedo mejorar los resultados que obtuve el curso pasado con mi alumnado, porque creo que actuando así aprendo más además de mejorar como profesor, y también porque me divierto más con mi trabajo desde esta óptica, intento siempre ir cambiando la programación y mejorarla.
La decisión entre cambiar o repetir marca sin lugar a dudas un antes y un después como docente. No olvido tampoco otra frase de Einstein:
La decisión entre cambiar o repetir marca sin lugar a dudas un antes y un después como docente. No olvido tampoco otra frase de Einstein:
"Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados."
¿Piensas repetir otro curso igual o crees que puedes probar algo para mejorar?
3 comentarios:
Buena reflexión. En efecto, la programación es un documento abierto y flexible. Debe mejorarse así mismo, y tener un propósito claro, realista y, sobretodo, ser útil para quien tiene que serlo: el alumno. En nuestro caso, procuramos que la programación se elabore conjuntamente, buscando el máximo consenso en nuestro apretado horario. ¡Vamos mejorando!
En fin, enhorabuena por el blog.
Vuestro blog sí que es una buena referencia y material para que mejoremos día a día como docentes y para que nuestro alumnado lo trabaje.
Gracias por el trabajo que os tomáis y felicidades por el mismo.
Federico
Me ha parecido gracioso el siguiente vídeo que indica precisamente cómo algunas veces nos preocupamos no tanto por lo que aprenden los niños sino solamente por los papeles y planificaciones que hacemos. Especialmente crítico con la inspección educativa, pero desgraciadamente no deja de tener visos de realidad en muchos casos.
Ésta sería la otra cara de la moneda a nuestra entrada.
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